La dictadura televisiva de ZP: A-3 TV y La Sexta estudian una posible fusión
Pero Echeverría llega tarde. Alguien se le ha adelantado, el tándem formado por el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Generalitat, José Montilla. A ninguno de los dos le preocupa Tele 5 por una sencilla razón. Aunque propiedad del derechista Silvio Berlusconi, el pacto entre el socialismo español y el conservadurismo italiano es que en la telebasura, la que consigue una cuenta de resultados sabrosa, en informativos está obligado a colocar periodistas del PSOE, como Juan Pedro Valentín, Luis Fernández, Pedro Piqueras, etc.
No, a quien presionan ZP y Motilla es a José Manual Lara, propietario de Planeta, para que fusione A-3 TV con La Sexta, la TV más zapatista de todas, propiedad del ex asesor de imagen de ZP, José Miguel Contreras, y del hombre de la izquierda catalana, el propietario de Mediapro, Jaume Roures, al gran premiado por el actual Gobierno. Se define como “comunista y anticlerical”, aunque trabaje ‘full time’ para el Gobierno.
Ojo, no hablamos de fusiones de canales. Ni hablar de renunciar a los canales de TDT que les ha proporcionado el Gobierno. Se trata de una fusión empresarial para reducir pluralismo y recortar gastos, sobre todo de personal, al tiempo que se monopolizan los derechos de emisión. La dictadura televisiva se consumará con el decreto de TDT de pago, que Zapatero ya tiene redactado. De esta forma, los elegidos, el oligopolio, podrá emitir en abierto y en cerrado.
Para ello hay que conseguir acallar la única voz medio crítica con el Ejecutivo que existe en el mundo televisivo, que es el que decide las elecciones. Si Lara cede -y Lara es un hombre con una ideología profunda: su cuenta de resultados a la altura del beneficio- el pastel televisivo se repartirá de la siguiente guisa en España: RTVE simplemente estatal; Tele 5, progubernamental; A 3 TV-La Sexta-Mediapro y PRISA, archigubernamentales.
Habrá que esperar al apagón digital (2010) para que entren en funcionamiento Veo y NET, a los canales nacionales de El Mundo y ABC, porque a la COPE no le concedieron ni uno, para poder empezar a contrarrestar el monopolio de propaganda zapateril. Pero su implantación será paulatina, casi tan paulatina como lo está siendo en el momento presente. Al final, la digitalización que debía multiplicar el número de emisoras, no sólo aumentará, sino que reducirá, por mor de las fusiones, las 5 emisoras que hoy compiten.
El lavado de cerebro es nacional aunque, eso sí, de indudable pedigrí democrático. No sólo caminamos hacia el monopolio televisivo zapateril sino hacia el pensamiento débil que en esta materia resulta de la combinación de dos factores: propaganda gubernamental en los informativos y telebasura. Pensamiento débil directamente relacionado con la idiocia colectiva.
Pero no se preocupen, cuando ZP haya conseguido su monopolio de propaganda, eclosionará la verdadera alternativa: la IP-TV.