El modelo televisivo de RTVC es el más barato de todos

Así lo afirma en una entrevista el director general de RTVC, Guillermo García-Machiñena, camino de cumplir cinco años al frente de la Radiotelevisión Canaria.

García es el director general que más tiempo ha permanecido en el cargo y el más antiguo de las televisiones y radios que componen la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (Forta). Asumió la responsabilidad en medio de fuertes críticas, capitaneadas por el Grupo Socialista en el Parlamento regional, entonces en la oposición. Ahora que gobiernan, ahí sigue. Los resultados obtenidos por el ente RTVC parecen avalar su trabajo.

–Usted defiende el modelo actual de RTVC como uno de los más baratos, dinámicos y moderno de todas las televisiones. ¿En qué se basa?

–No es que sea uno de los más baratos. Es el más barato y aquellos que apostaron por este modelo se estaban adelantando a unos acontecimientos que en aquellos momentos nadie presagiaba. Es un modelo que se ha convertido en la referencia para el resto de las televisiones que en su momento se crearon con la intención de competir con TVE y como motor de una industria audiovisual que no existía y que ahora tienen dificultades económicas para operar como antes. Eso no ha pasado con esta casa y le digo que la Televisión Canaria le cuesta al año al ciudadano 13 euros y la Radio Autonómica, 0,50 céntimos. Los canarios pueden disfrutar de una televisión de calidad, cercana y de servicio público insustituible. Y tenemos una gran capacidad de respuesta para estar donde la gente nos lo demande. Es el modelo que está siendo exportado de Canarias a España.

–Si es cierto que este modelo es el mejor ¿cómo es que no lo habían adoptado antes otras televisiones públicas autonómica?

–Porque hasta el momento no se habían dado las circunstancias actuales. La aparición de operadores y la crisis ha obligado a esas televisiones con esas grandes estructuras a redimensionarse y el modelo que escogen es el nuestro, un sistema mixto entre lo público y lo privado.

–¿Qué tiene que decirle a quienes critican el gasto de una TV como ésta y pretenden su cierre?

–Insisto que hacemos una labor de servicio público y no hay nadie que le dedique tanto tiempo a la información que se genera en Canarias como la RTVC. Me pregunto quién va a contar las cosas que suceden en el Archipiélago; quién se va a preocupar cuando el agua le llegue a la gente por las rodillas por unas lluvias torrenciales; quién contará un fenómeno volcánico como el de El Hierro, nuestro deporte, Carnaval, nuestra cultura… Si un día la Televisión Canaria se apaga, toda esa información se apagará también.

–Parece que corren malos tiempos para las televisiones autonómicas, incluso algunas podrían cerrar ¿Prevé que en los próximos presupuestos se recorte aún más la financiación de la RTVC? ¿Podría llegarse al punto de cerrar?

–Hasta ahora no hay ninguna televisión autonómica que haya cerrado, se haya privatizado o se rija bajo un modelo de cooperativa de trabajadores, que es lo que escucho últimamente. Existe una realidad clara que es la de adaptarse a la crisis y para algunas de estas televisiones será más traumático: es el caso de la de Madrid o la de Galicia. A pesar de la crisis y a pesar de que paulatinamente hemos visto decrecer nuestro presupuesto, es la etapa donde más se ha invertido en la industria audiovisual televisiva, donde más puestos de trabajo se han creado y más audiencia se ha conseguido. Todo esto tiene que ver con el esfuerzo que han realizado sus profesionales para suplir la falta de dinero. Cuando llegué a esta casa había un presupuesto de 68 millones y ahora contamos con 30, más otros dos para la radio.

–En ese caso ¿peligrarían puestos de trabajo, se revisarían contratos con operadores o trataría de reorganizar el organigrama actual?

–Decir que vamos a aplicar alguna de estas medidas de recorte, sería el reconocimiento de una gestión absolutamente irresponsable. Pero hemos recortado desde hace cuatro años, sin esperar a que la crisis llegara a su peor momento. Hemos recortado en todos los órdenes menos en los puestos de trabajo. Se han reducido los sueldos del equipo directivo, en la contratación de programas que tienen unos márgenes de beneficios limitados, y en todo lo que se refiere al gasto corriente. Estamos en una situación económica al límite y nuestro margen es mínimo. Pero sí puedo decirle que en el caso de que se vuelva a producir un nuevo recorte económico por decisión del Gobierno de España que afecte al Ejecutivo de Canarias y, por ende a esta casa, tendríamos un problema muy importante. Todo dependerá de ese escenario y será entonces cuando tengamos que replantearnos algunas estrategias.

–¿Cómo tratan a la Radiotelevisión Canaria los anunciantes en esta crisis que afecta a todos los medios?

–La facturación ha bajado muchísimo como en todo el sector. Pero uno de los valores que tiene un medio público como éste es el escaparate que supone para que muchos anunciantes puedan transmitir su mensaje a la ciudadanía y que no lo podrían hacer en otras televisiones. Pero, además, puedo avanzar que el Gobierno de Canarias busca una fórmula definitiva para evitar que cerca de 15 millones de euros, que ahora se van de Canarias a medios privados de la Península, se queden en nuestro Archipiélago y sean tabla de salvación no solo para los ingresos de la Televisión pública, sino también para el resto de los medios isleños que desarrollan actividad económica y generan empleo aquí, ya sean periódicos, digitales en internet, radios y televisiones locales. El informe que hemos elaborado ya está sobre la mesa del Gobierno. Y habrá que revisar un hecho que solo ocurre en Canarias: las famosas desconexiones de los medios privados de la Península que se llevan un dinero sin generar un solo puesto de trabajo en las Islas. Si evitamos las desconexiones, ese capital circulará en Canarias para las empresas que generan empleo aquí.

–Se suponía que la Televisión Digital Terrestre (TDT) iba segmentar la publicidad de una forma que iba a ser muy ventajosa. ¿Realmente se ha notado?

–En el momento en que se amplió esta oferta se suponía que esto iba a pasar. Pero la realidad de la crisis no ha dejado espacio para ello y se ha visto que la TDT está sobredimensionada. La TDT no es lo que se pensó que iba a ser en un primer momento.

–¿Le dolieron las críticas que recibió sobre su formación académica cuando asumió el cargo?

–No exactamente, porque muchas de las críticas vinieron desde el desconocimiento de mi trayectoria profesional y personal. Ahora mismo soy el director general de una televisión autonómica que más tiempo lleva en el cargo, más de cuatro años; soy el miembro más antiguo de la Forta y fui presidente de este organismo durante seis meses, periodo en el cual conseguimos la firma de los derechos de la Champions League que ha supuesto un gran logro para esta televisión. Me considero una persona normal, del pueblo. Trabajo desde los 17 años en los medios y empecé desde muy abajo. Comprenderá usted que uno no llega a un puesto como éste porque sí. Y como conozco muy bien el medio, entiendo que este cargo genera simpatías, antipatías o críticas y hay que asumirlas. No entro a valorar si son justas o no, eso lo dejo a la conciencia de cada cual. Muchas veces la opinión publicada no es la opinión real y puedo decir esto porque he estado al otro lado. Los resultados de la televisión, desde que llegué, son tan contundentes que hablan por sí solos y probablemente se valorarán más adelante, cuando yo ya no esté al frente.

–¿Qué es lo que más le dolió?

–Creo que había un gran desconocimiento sobre la figura de quien había sido nombrado director general. Oía gente hablar sobre mi persona o leía los periódicos y tenía la impresión de que comentaban la vida de una persona que no era yo, a pesar de que veía mi fotografía. Pero no prestaba atención a lo que decían de mi, aunque de reojo miraba los titulares.

–Partidos políticos y gentes del medio critican que los servicios informativos de la RTVC son un medio para el autobombo del presidente o del Gobierno…
–Todos los medios tienen una línea editorial. Y en un medio de comunicación público, la presencia que tiene el presidente, los consejeros o los miembros de la oposición política es distinta, pero hablo de la figura del presidente de Canarias como de cualquier otra comunidad autónoma. A nosotros nos examinan todos los días los ciudadanos y no hay informativos que se vean más que los de la RTVC y eso se llama credibilidad, a pesar de que es una televisión que no le gusta a todo el mundo, es una televisión en la que cabe todo el mundo. La gente no quiere que se cierre la RTVC, eso es mentira.

–¿En qué ha cambiado la tele desde que llegó?

–Sobre todo ha ganado en inmediatez y en la capacidad que tenemos ahora para dar respuesta a los ciudadanos ante una noticia. Esa es la clave del éxito. Supone un esfuerzo y un sacrificio muy grande que aprecian los canarios porque somos un medio comprometido y hacemos un servicio público.

–¿Cuánto tiempo le queda y cuáles son sus planes de futuro?

–No pienso en mi futuro porque lo que me ocupa y me preocupa es el presente, que es una etapa muy difícil en la que hay mucho en juego. En los próximos meses, la decisión que adopte el Gobierno de España puede marcar el futuro de muchas familias.

–¿Las redes sociales acabarán con los medios tradicionales?

–La televisión y la radio no van a desaparecer nunca pero cambiarán los hábitos sobre cómo se consumirá la información de los medios. No creo que las redes sociales acaben con los medios tradicionales porque más allá del continente, está el contenido. Lo importante es hacer que la información sea lo más objetiva, honesta y veraz posible. El verdadero enemigo de los medios de comunicación no está en las nuevas tecnologías, sino en su pérdida de credibilidad.

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