Fallece el inventor del primer mando a distancia
Eugene Polley creó en los años 50 un dispositivo, que utilizaba impulsos de luz y sensores fotónicos en las esquinas del televisor, para controlar el cambio de canal o apagar la pantalla.
Eugene Polley, inventor en 1955 del primer mando a distancia, ha fallecido a los 96 años, después de crear un dispositivo que cambió la manera de ver televisión o el modo de programar las parrillas, indicó Zenith, la empresa para la que trabajaba. Polley creó en los años 50 el llamado «Flash Matic», que utilizaba impulsos de luz y sensores fotónicos en las esquinas del televisor para controlar el cambio de canal o apagar la pantalla y «cortar los largos y molestos espacios publicitarios», indicaba uno de los primeros anuncios.
Aquel primer dispositivo, un lujo para los primeros televidentes, tenía el inconveniente de que podía verse afectado por otras luces, por lo que aquellos pioneros de la era de la televisión podían los días de sol sufrir cambios de canal involuntarios, según informa Efe.
El primitivo primer mando a distancia, que progresivamente fue sustituido por las ondas infrarrojas de los controles remotos actuales, sentó las bases del sedentarismo frente al televisor, las disputas familiares o de la reprogramación de la publicidad o las parrillas en competencia.
Zenith, la empresa para la que trabajó Polley, indicó que el inventor falleció por causas naturales en la localidad de Downers Grove (Illinois) tras 47 años de carrera como ingeniero en los que fue pionero en tecnología de radio, televisión y precursor de lo que ahora es el DVD.
Polley, junto con Robert Adler, otro de los padres que dieron forma al actual mando a distancia, recibió un premio Emmy en 1997 por ser pionero en el desarrollo de los controles inalámbricos remotos para la televisión de consumo.
Pocos disputarían el enorme impacto de la invención del mando a distancia, concebido en una época con tres o cuatro canales VHF. Hoy el mando a distancia no es un lujo, sino una necesidad para navegar por más de 500 canales de la era digital por cable o satélite, indica el obituario de Zenith.
Historia del mando a distancia
La historia del mando a distancia es compleja. Como suele ocurrir en todos los inventos, la paternidad es muy relativa pues son muchos los que perfeccionan los modelos creados por el precursor. Uno de los primeros ejemplos de mando a distancia fue desarrollado en 1893 por Nikola Tesla y descrito en su patente número 613809, titulada Método de un aparato para el mecanismo de control de vehículo o vehículos en movimiento.
En 1903, Leonardo Torres Quevedo presentó el telekino en la Academia de Ciencias de París, acompañado de una memoria y haciendo una demostración experimental. En ese mismo año obtuvo la patente en Francia, España, Gran Bretaña y Estados Unidos. El telekino consistía en un autómata que ejecutaba órdenes transmitidas mediante ondas hertzianas; constituyó el primer aparato de radiodirección del mundo, y fue un pionero en el campo del mando a distancia.
Pero el primer artilugio diseñado para controlar remotamente un televisor -y aquí entra en escena el fallecido Eugene Polley- fue desarrollado por Zenith Radio a principios de 1950s. El control —extraoficialmente llamado «Lazy Bones» (~para vagos)— usaba un cable para conectarse al televisor. Para mejorar el engorroso sistema, se creó un mando a distancia sin cables en 1955. El mando, llamado “Flashmatic”, funcionaba enviando un rayo de luz a una célula fotoeléctrica. Desafortunadamente, las células no distinguían entre la luz del mando y la luz de otras fuentes. El Flashomatic también requería que se apuntara el mando a distancia al receptor con precisión.
En 1956, Robert Adler, otro de los padres de este invento, desarrollo el «Zenith Space Command» (Mando del espacio cenit), un control sin cables. Era mecánico y usaba ultrasonidos para cambiar el canal y el volumen. Cuando el usuario pulsaba un botón del mando a distancia, hacía un chasquido y golpeaba una barra, de ahí el término para denominarlo en EE.UU.«clicker» (chasqueador). Cada barra emitía una frecuencia diferente y los circuitos en el televisor detectaban el ruido.
El Pais