La decisión de Corporación RTVE de prescindir de la ficción externa española causa revuelo
El presidente de Productoras Asociadas de Televisión de España (PATE), José Manuel Lorenzo, ha calificado de aberrante la decisión de los responsables de RTVE de congelar la emisión y contratación de series nacionales ante el recorte presupuestario de 204 millones a la corporación.
Lorenzo ha advertido de que esta decisión supondrá la «parálisis, dejando a miles de personas sin saber a dónde van». En este sentido, ha apuntado que la cadena pública podría dejar de invertir en otros apartados.
Antes que acabar con la ficción, pueden hacer otras cosas, como no seguir pagando cuatro millones por un partido de fútbol, o destinar menos a los Juegos Olímpicos o a la compra de películas americanas que van en paquetes de las cuales no se emiten la mitad.
Asimismo, ha defendido la emisión de series ya producidas y pagadas, como Águila roja o Cuéntame, ya que, a su entender, el freno de su emisión supondría un movimiento contable que busca que no aparezcan en los presupuestos de este año.
En esta misma línea, el Presidente de PATE ha alertado de que esta decisión provocará un efecto dominó en las cadenas privadas, que, ahora, se van a tomar con más calma lo de contratar ficción porque la competencia de TVE es menor.
Expansión descontrolada del mercado televisivo
Por otro lado, José Manuel Lorenzo también aludió a la actual situación del mercado televisivo, en el que la expansión descontrolada, debido a la proliferación de canales de TDT, ha supuesto el fracaso del modelo audiovisual español. «Si no ponemos remedio a todo esto, estamos ante el apocalypsis now del sector audiovisual.», ha avisado.
PATE pretende negociar con el Gobierno y las cadenas de televisión para intentar solucionar estos problemas y, por ello, la asociación ha pedido a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que cuente con ellas, al contrario de lo sucedido en los últimos tiempos… Además, ha reclamado medidas concretas de estímulo a su negocio como que se acabe con los derechos desproporcionados que creen que tienen las cadenas sobre las reposiciones de series o la duración excesiva de la ficción nacional, de 70 o 80 minutos, que la hace difícil de colocar en el extranjero o de coproducir.
