La televisión por satélite reina en Europa
La televisión viaja en Europa por satélite y cable y, cada vez más, por Internet. Son vías que permiten distribuir múltiples canales por la gran capacidad que ofrecen estas tecnologías. Ocurre lo contrario con la televisión digital terrestre (TDT), que utiliza el espacio radioléctrico, un bien escaso que ha de compartirlo con otros agentes poderosos, como la telefonía móvil.
Pero España, alejada del modelo imperante en Europa, se decanta claramente por la TDT. El 72% de los hogares solo ven la televisión a través de esta tecnología, un porcentaje que en la media europea se sitúa en el 27%, según el informe Satellite Monitor 2013, elaborado por la luxemburguesa Sociedad Europea de Satélites (SES).
La gigantesca diferencia tiene mucho que ver con esa secular tradición española de no pagar por ver la televisión (aunque en el caso de las públicas se financian a través de los impuestos). La TDT es gratis (salvo un par de canales que tienen suscriptores) mientras que los usuarios de la televisión por satélite o cable pagan una cuota por acceder a las programaciones. A cambio tienen acceso a contenidos premium, sobre todo en el ámbito deportivo y cinematográfico. De hecho, en Europa la televisión de pago y las emisiones en abierto conviven al 50%. En España apenas el 23,2% de los hogares están abonados a operadores de pago, según explica Luis Sahún, director general de SES-España. Este fenómeno viene determinado por la manera en la que se contratan los contenidos. “En Europa es imposible ver en abierto el fútbol o el cine en primera ventana”, subraya Sahún. Ningún país del entorno comunitario retransmite grandes eventos como la Liga de Campeones en abierto.
Atendiendo al sistema empleado para ver la televisión, en los 249 millones de hogares que sintonizan la televisión en Europa el más utilizado es el satélite, seguido de la TDT, el cable e Internet. SES, que acaba de lanzar al espacio el satélite 56º de su flota, es uno de los principales operadores mundiales de satélite. En 2013 llevaba la televisión al 75% de los hogares europeos con recepción directa al hogar. A sus canales se acaban de unir TVE Internacional y el Canal 24 Horas (y seis emisoras de radio de la Corporación RTVE), que ahora llegan a 114 millones de hogares en toda Europa. Además de estas dos televisiones públicas, los entes autonómicos de Galicia y Andalucía utilizan el mismo vehículo.
Sobre una base de 16,8 millones de hogares españoles, el informe precisa que todas las tecnologías estabilizan sus posiciones, aunque hay algunas diferencias: el satélite, el cable e Internet (la IPTV) pierden peso y gana la TDT.
Además de la cantidad, la tecnología determina la calidad de las emisiones. Los contenidos de alta definición (HD) de los canales privados españoles en abierto tienen poco que ver con las que se difunden a través del satélite. En Canal +, por ejemplo, se utilizan 12 megabits para cada uno de los canales de HD mientras que en los operadores de TDT emplean alrededor de cuatro.
Los operadores que utilizan el satélite, el cable e Internet son los que mayor número de canales de alta definición emiten en España. Canal + incluye en su parrilla 34 emisiones de todos los géneros (cine, fútbol, golf, toros, documentales, series). Además, los usuarios que dispongan de una antena parabólica orientada a Astra tienen acceso a otros 47 canales de HD en abierto.
La TDT española ofrece 17 canales de calidad extra, de los cuales 11 corresponden a los entes autonómicos y seis son de cobertura nacional. En la mayoría de los casos estas emisoras replican los contenidos de la señal generalista. La desaparición de nueve canales antes del próximo 6 de mayo, tal y como ha ordenado el Ministerio de Industria, y la distribución del dividendo digital (la liberalización de las frecuencias de la banda de 800 para ser cedida a la telefonía móvil) son los grandes retos.