TDT de pago
La adaptación tecnológica que requieren los televisores con TDT y los descodificadores no pueden ajustarse a los plazos de conveniencia política que maneja el Ejecutivo. El procedimiento elegido por éste –la autorización individual tras solicitud en lugar de una reforma de la ley– ha elevado las incertidumbres sobre los beneficiarios y los plazos para estas emisiones.
Una discrecionalidad que pone en riesgo un negocio valorado en 5.000 millones de euros durante los próximos cuatro años para fabricantes de equipos, plataformas tecnológicas y proveedores de contenidos.
Aunque algunos parecen dispuestos a asumir el riesgo para ser los primeros en facilitar esta oferta: el principal fabricante de las tarjetas necesarias para el cobro ha llegado a acuerdos con los grandes fabricantes para utilizar sus canales de distribución y agilizar los plazos para el inicio de la TDT de pago. El Gobierno debería ofrecer certidumbre para garantizar la competencia plena en el mercado audiovisual.
Fuente : Expansión
Claudio Hernández Diesl.com