La CMT pretende desregular la distribución de las señales de televisión

La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) propone desregular el mercado del servicio portador de difusión de la señal de televisión.

Debido a las características del mercado, la Comisión considera que no ha surgido un competidor con capacidad real para competir a nivel nacional y se estima que la actuación de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) sería suficiente para limitar los casos de precios excesivos u otras prácticas anticompetitivas.

Abertis, el operador con mayor peso en este mercado, estaba sometido a obligaciones regulatorias impuestas por la CMT en la revisión de mercado efectuada en 2009. En ésta se obligó a Abertis a arrendar espacios en los centros emisores (coubicación) y la posibilidad de interconexión con la red de este operador en otros emplazamientos.

Desde 2007, el mercado del servicio portador de difusión de la señal de televisión no está incluido entre los mercados recomendados por la Comisión Europea como susceptibles de regulación «ex-ante«.Este mercado, anteriormente denominado Mercado 18, permite la difusión de las señales de televisión por ondas terrestres hasta los hogares de los ciudadanos. Esta es la forma más común de recibir la televisión en nuestro país.

El mercado se circunscribe únicamente a la difusión de estas ondas, ya que el proceso de llevar la señal hasta los centros emisores, el transporte, es un mercado distinto que, a diferencia de éste, nunca ha sido regulado. En el total de los mercados de difusión (nacional, autonómico y local), el operador Abertis mantiene más del 80% de cuota en términos de ingresos y de clientes.

Tras la imposición de obligaciones regulatorias, se ha observado una falta de demanda de los servicios mayoristas regulados por la CMT por parte de los competidores de Abertis. Así, desde 2009, sólo se han demandado servicios de coubicación en el 0,13 % de los centros emisores e interconexión en el 0,05 % de los emplazamientos, para una cifra de negocio inferior a los 180.000 euros.

La ausencia de competidores deriva de los elevados costes hundidos que tiene que acometer un operador para acceder a este mercado. El coste hundido es una inversión necesaria para entrar en un mercado pero que no puede recuperarse al cesar la actividad.

Siete comunidades autónomas disponen de un operador independiente de difusión de la señal de televisión y entre todos cubren el 48,3% de la población española. Existen asimismo un número indeterminado de operadores locales.

Los exigentes requisitos de calidad en la prestación del servicio implican que un cambio de difusor, en general, no sea percibido como una mejora por el espectador. Sin embargo, cuando se realiza una migración existe un período de incertidumbre debido a incidencias que puedan surgir.

Otro factor que potencialmente reduce la competencia en este mercado es el reducido número de demandantes de este servicio mayorista (cadenas de televisión nacionales, autonómicas y locales) que, además, contratan el servicio en fechas determinadas y por largos periodos de tiempo.

Finalmente, en base al principio de proporcionalidad y de mínima intervención regulatoria, la CMT cree que la actuación de la CNC sería suficiente para limitar las prácticas restrictivas de la competencia que Abertis pudiera cometer como operador dominante. La actuación de la CNC se vería facilitada por el reducido número de clientes y la larga duración de los contratos (de varios años) de este mercado.

Publicaciones Similares