Prisa se desploma en Bolsa el día que presenta su plan de viabilidad
Los trabajadores del grupo saben que antes o después acabarán pagando la mala estrategia del grupo. Con una deuda que supera los 5.000 millones, Prisa no consigue remontar el vuelo y ni las prebendas del Gobierno a las televisiones sirven para mejorar los resultados.
La casualidad ha querido que el día que Prisa se jugaba su futuro, la Bolsa volviera a dar una decepción a la familia Polanco. Las acciones cayeron un 9% y parecen haberse estancado por debajo de los dos euros. Ni si quiera cuando Zapatero anunció recortes de publicidad en TVE o Industria dio luz verde a la TDT de pago, el grupo vio crecer sus valores, algo que sí le ocurrió al resto de operadoras.
Y es que este asunto es un tema espinoso para Prisa. Lleva meses negociando con Telefónica-Vivendi para la venta de Digital+ sin llegar a un acuerdo. Inicialmente, el grupo pidió cifras superiores a los 4.000 millones de euros mientras que el consorcio hispanofrancés ha tasado la compañía en 1.800 millones. Además, las últimas decisiones del Ejecutivo en materia audiovisual no hacen sino rebajar el valor de la plataforma digital de pago.
A pesar del renuncio del Gobierno -instigado por De la Vega-, antes o después se aprobará la TDT de pago y es de esperar que todas las televisiones presenten solicitud. La Sexta es el mejor colocado para explotar este sistema en perjuicio de Prisa -que aún se está arrepintiendo de la compra de Sogecable- por lo que ésta no puede esperar demasiado para redefinir su negocio.
El grupo necesita reducir la plantilla de 13.000 a 11.000 personas en todo el mundo y ya se ha comunicado a las cabeceras los recortes. Cinco Días, la Ser y El País ya han comenzado a sufrir las consecuencias, pero los trabajadores temen que la situación acabe con un ere, como ha sucedido en los principales grupos españoles.